martes, 31 de mayo de 2016

DÍA SIN TABACO



¿Por qué es adictivo el tabaco?

La nicotina es un estimulante que funciona distribuyendo dopamina, una sustancia química cerebral que produce sensación de placer. Existen estudios que sugieren que la nicotina deprime la capacidad del cerebro para experimentar placer a largo plazo. De ahí que los fumadores necesiten mayores dosis de nicotina para experimentar los mismos niveles de satisfacción.
El tabaco es tan adictivo como la heroína o la cocaína, según un estudio del Royal College of Physicians en el Reino Unido. El poder adictivo del tabaco se refleja en que el 70% de los fumadores quiere dejar el hábito, siendo muy baja la cifra de los que lo consiguen finalmente. Por otro lado, destaca el hecho de que, normalmente, los fumadores que han dejado de fumar han hecho varios intentos previos.
Sirva como ejemplo "de adicción" el hecho de que la mitad de los pacientes con cáncer de pulmón empiezan a fumar de nuevo tras ser intervenidos quirúrgicamente.

¿Cómo afecta el tabaco a tu cuerpo?

  • Cáncer: Está demostrado que el tabaco es una causa muy potente de los cánceres de pulmón, laringe, faringe, esófago, vejiga, riñón y páncreas. Ciertas investigaciones inciden en que fumar está relacionado con un mayor riesgo de leucemia y cáncer de estómago, mama, hígado y cuello uterino.
  • Pulmones: La obstrucción crónica del pulmón, producida por la bronquitis y el enfisema, produce una discapacidad respiratoria progresiva. Esta obstrucción está provocada por el estrechamiento de los conductos de aire en los pulmones y por la destrucción de los alvéolos. El inicio de esta enfermedad es gradual y surge la incapacidad respiratoria cuando ha sido destruida casi la mitad de los pulmones. Una vez que la enfermedad se ha establecido es raramente reversible. De ahí, por ejemplo, que la neumonía, una infección de los pulmones, sea más común entre los fumadores.
  • Corazón: Al minuto de encender un cigarrillo, el corazón del fumador empieza a latir un 30% más rápido. La presión arterial también aumenta, forzando al corazón a hacer un mayor esfuerzo e incrementando el riesgo de enfermedad coronaria.
  • Fertilidad: La fertilidad de hombres y mujeres se ve reducida. Por otro lado, el riesgo de impotencia masculina se ve aumentado por el consumo de tabaco.
  • Embarazo y parto: La probabilidad de abortos es sustancialmente mayor en mujeres fumadoras. Además, éstas suelen tener más complicaciones durante el embarazo. Los bebés de madres fumadoras suelen pesar una media de 200 gramos menos al nacer que los hijos de madres no fumadoras. Esta reducción del peso se asocia a mayores riesgos de fallecimiento y enfermedad durante la lactancia y la primera infancia. Por otro lado, los niños cuyos padres son fumadores tienen el doble de probabilidad de sufrir infecciones respiratorias graves.
  • Dentadura: Los dientes se vuelven amarillos y, habitualmente, el fumador sufre de mal aliento o halitosis.
  • Dedos y uñas: pueden sufrir cambios de color.
  • Piel: Puede tender a arrugarse y a presentar psoriasis.

¿Qué ocurrirá cuando dejes de fumar?

Tan pronto como dejes de fumar, tu cuerpo te lo va a agradecer profundamente y va a emprender una tarea de reparación del daño que el consumo de tabaco le ha provocado. De este modo, comenzará una serie de cambios en beneficio de tu salud. La American Cancer Society detalla dichos cambios.
  • A las ocho horas los niveles de oxígeno en la sangre vuelven a su estado normal, y los de nicotina y monóxido de carbono se reducen a la mitad.
  • A las 24 horas, el monóxido de carbono abandona el cuerpo y los pulmones empiezan a expulsar las mucosidades.
  • A las 48 horas, la nicotina ha desaparecido. El gusto y el olfato mejoran notablemente.
  • A las 72 horas, respirar se hace mucho más sencillo. Los bronquios se relajan y se incrementan los niveles de energía.
  • De 2 a 12 semanas, la circulación sanguínea mejora.
  • De 3 a 9 meses, la tos, los "pitidos" y los problemas de respiración mejoran, ya que la función pulmonar se incrementa en algo más del 10%.
  • En 12 meses, el riesgo de paro cardíaco se reduce a la mitad con respecto al riesgo del fumador.
  • 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón también se ve disminuido a la mitad, comparado con el mismo riesgo que sufre un fumador.

viernes, 27 de mayo de 2016

Melanoma

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que aparece cuando las células llamadas melanocitos se convierten en malignas. Estas células elaboran un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, del pelo y del iris de los ojos. La melanina, por su parte, funciona como un fotoprotector evitando que la radiación solar dañe las estructuras o los tejidos del cuerpo. Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos producen más melanina como defensa contra la acción de los rayos ultravioleta (UV). Los lunares o pecas aparecen cuando los melanocitos crecen en grupo.

Una persona suele tener entre 10 y 40 y, científicamente, se llaman nevus. Estos se clasifican en dos grupos: nevus congénitos, que pueden ser de nacimiento o aparecer con los años; y nevus adquiridos, que se desarrollan a partir del año de nacimiento y pueden ser típicos o atípicos. Los melanocitos se multiplican y en ocasiones se extienden a otras partes del organismo.


Los cuatro principales son:

  • Melanoma de extensión superficial: Constituye el tipo más frecuente en personas de raza blanca. Se produce en cualquier punto de la piel, pero suele verse en espalda y miembros inferiores en mujeres, y en tronco en hombres. La edad de aparición es de los 30 a los 50 años. Generalmente es plano e irregular en forma y color, con sombras variables de negro y marrón. 

  • Léntigo maligno melanoma: Generalmente aparece en las personas de edad avanzada. Ocurre más comúnmente en la piel dañada por el sol en la cara, el cuello y los brazos. Las áreas de piel anormal generalmente son grandes, planas y de color marrón con áreas de color café.

  • Melanoma lentiginoso acro (MLA): Es la forma menos común de melanoma. Generalmente ocurre en las palmas de las manos, las plantas de los pies o por debajo de las uñas y es más común en las personas de raza negra. 

  • Melanoma nodular: Es el segundo tipo más frecuente, y es más agresivo. Aparece habitualmente en el tronco, cabeza o cuello, en torno a los 50-60 años. Generalmente empieza como un área elevada de color azul-negro oscuro o rojo-azulado, aunque algunos no tienen ningún color.
CausasAunque son diversos los factores que lo provocan, parece ser determinante haber tomado en exceso el sol durante la infancia, si bien puede aparecer en personas de todas las edades. Se localiza en todo el cuerpo, y se manifiesta por nuevos lunares o pecas que cambian de tamaño y aspecto. Hay una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer un melanoma, y éstos determinan que existan grupos de personas con mayor probabilidad de desarrollarlo. Entre ellos cabe destacar:
  • Tener la piel o el pelo claros.
  • Presencia de nevus atípicos.
  • Presencia de nevus en una cantidad superior a 40.
  • Presencia de nevus congénitos.
  • Tener antecedentes familiares de nevus atípicos, de melanoma o de ambas cosas.
  • Haber sufrido una o más quemaduras severas por el sol, especialmente si se han producido en la infancia, pues el efecto de la irradiación solar es acumulativo.
  • Haber estado expuesto muchas horas a rayos ultravioleta (sol, UVB, UVA) aunque tenga la piel totalmente bronceada.

Síntomas
Aunque el melanoma puede aparecer a cualquier edad y cada vez se diagnostica más en jóvenes, la mayor frecuencia se da entre los 40 y 50 años, lo cual es común a los distintos cánceres de piel.

  • En cuanto al sexo, el melanoma se da con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque generalmente tiene un mejor pronóstico que para los hombres.
  • Las personas rubias, pelirrojas y con los ojos claros tienen más posibilidades de tener un melanoma. Las personas de raza blanca también cuentan con más posibilidades que las de tez oscura.
  • Las profesiones realizadas a la intemperie y los deportes al aire libre también son un factor de riesgo.
  • Las personas con una piel muy sensible que siempre se queman y nunca se broncean en su primera exposición constituyen un grupo de riesgo.
  • Las personas que en algún momento de su vida se han visto afectadas por un melanoma corren elriesgo de recaer o de desarrollar nuevos melanomas. Por este motivo es muy importante el seguimiento médico y el mantenimiento de medidas de prevención.
  • Las personas en situación de inmunodepresión (leucemia, linfomas, trasplante de órganos, sida, etcétera) tienen mayor riesgo de desarrollar un melanoma.

Prevención
El sol constituye el principal factor de riesgo para desarrollar un melanoma, por lo que es recomendable tomar una serie de medidas básicas a la hora de exponerse a los rayos solares. Las personas con melanoma deben seguir con especial atención las normas generales para protegerse de la radiación, ya que corren un mayor riesgo de desarrollar nuevos tumores. Para proteger la piel, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:
  • Aplíquese el protector solar antes de la exposición: Se debe aplicar el protector solar antes de la exposición al sol y renovar frecuentemente su aplicación, sobre todo, si se está en la playa o en la piscina, después de cada baño.
  • Evite las horas de mayor intensidad: La exposición al sol debe ser progresiva y se debe evitar entre las 12h y las 16h.
  • Proteja a los niños: No exponga a insolación directa a los niños menores de tres años y en las horas de débil insolación protéjales con un fotoprotector de alta protección a fin de preservar el mayor tiempo posible su capital solar. Hay que tener en cuenta que la piel conserva la memoria de todas las radiaciones recibidas durante la infancia. Cuanto más importante ha sido la dosis de radiación, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.
  • Utilice protección en actividades al aire libre: Las actividades al aire libre también pueden provocar quemaduras. Utilice protección solar en paseos tanto andando como en bicicleta, cuando realice deporte o se encuentre en jardines o terrazas, etcétera.
  • No baje la guardia ante factores que aminoren la sensación de calor: No se fíe de las circunstancias que comportan un riesgo suplementario o una falsa seguridad: altitud, nubosidad, superficies reflectoras (nieve, arena, hierba, agua), viento fresco, etcétera.
  • Protéjase con gafas de sol, gorra y ropa seca: Utilice gorra y gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, además, protéjalos con una camiseta seca y opaca: una camiseta mojada deja pasar los rayos UV.
  • Séquese bien después de cada baño: El efecto lupa de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares aunque estos sean resistentes al agua.
  • Beba agua en abundancia y frecuentemente: El sol deshidrata el organismo. Vigile en especial a las personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada, y a los niños, cuya necesidad de agua es importante y sus centros de termorregulación todavía inmaduros.
  • Evite las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA: Contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
  • Revise sus pecas y lunares: Si advierte la aparición de una nueva peca o lunar, o que alguno de los que ya tiene cambia de forma, tamaño o color consulte a su dermatólogo.

Tratamientos
El tratamiento del melanoma depende del tipo y del estadio del tumor, así como de otros factores como el estado de salud y la edad del paciente. Existen cuatro tipos de tratamiento que pueden utilizarse de forma combinada:
  • Cirugía: Es el tratamiento más común y consiste en la total extirpación del tumor junto a una parte del tejido sano que hay a su alrededor. De esta manera se evita que el cáncer se reproduzca en el caso de que haya invadido otras zonas cercanas. La cantidad de tejido extirpado depende de la profundidad y el grosor del melanoma.
  • Quimioterapia: Consiste en la administración de fármacos anticancerígenos. Pueden combinarse varios fármacos para incrementar su eficacia, e incluso aplicarse localmente. Este tratamiento es de gran utilidad cuando el melanoma se ha extendido desde el lugar de origen a otras partes del cuerpo.
  • Inmunoterapia: También llamada bioterapia o terapia biológica, consiste en aumentar las defensas naturales del cuerpo ante la enfermedad. De esta manera el sistema inmunitario de las personas afectadas se fortalece. Las sustancias más utilizadas son los interferones, sustancias naturales derivadas de los leucocitos que el propio cuerpo produce en pequeñas cantidades como reacción a ciertos estímulos (virus, toxinas, etc.). La más empleada es el interferón-alfa, que ha demostrado ser muy eficaz en los melanomas con alto riesgo de recaída.
  • Radioterapia: Se trata del uso de radiación de alta intensidad para destruir las células cancerígenas y detener su crecimiento. El tratamiento es local, lo cual significa que sólo afecta a las células de una zona determinada. En el caso del melanoma, únicamente se utiliza para tratar metástasis en los huesos o en el cerebro.

martes, 24 de mayo de 2016

EPILEPSIA


Enfermedad del sistema nervioso, debida a la aparición de actividad eléctrica anormal en la corteza cerebral, que provoca ataques repentinos caracterizados por convulsiones violentas y pérdida del conocimiento.

La epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene crisis epilépticas repetidas durante un tiempo. Las crisis epilépticas son episodios de actividad descontrolada y anormal de las neuronas que puede causar cambios en la atención o el comportamiento.

Causas
La epilepsia ocurre cuando los cambios permanentes en el tejido cerebral hacen que el cerebro esté demasiado excitable o irritable. Como resultado de esto, el cerebro envía señales anormales, lo cual ocasiona convulsiones repetitivas e impredecibles. (Una sola convulsión que no sucede de nuevo no es epilepsia).

La epilepsia puede deberse a un trastorno de salud o a una lesión que afecte el cerebro o la causa puede ser desconocida (idiopática).

Las causas comunes de epilepsia abarcan:
  • Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT)
  • Demencia, como el mal de Alzheimer
  • Lesión cerebral traumática
  • Infecciones, como absceso cerebral, meningitis, encefalitis y SIDA
  • Problemas cerebrales presentes al nacer (anomalía cerebral congénita)
  • Lesión cerebral que ocurre durante o cerca del momento del nacimiento
  • Trastornos metabólicos presentes al nacer (como fenilcetonuria)
  • Tumor cerebral
  • Vasos sanguíneos anormales en el cerebro
  • Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral
  • Predisposición hereditaria. Es más probable que una persona tenga convulsiones si sus padres han padecido crisis convulsivas. Actualmente se está tratando de localizar el gen responsable de las crisis convulsivas.
  • Estado de maduración del cerebro. Aún entre las diferentes edades pediátricas, hay una enorme diferencia en la frecuencia de convulsiones infantiles. En la etapa prenatal el umbral es muy alto y las crisis poco frecuentes; en el recién nacido (primeros 30 días) el umbral es bajo y las crisis frecuentes. Entre los dos y cinco años el umbral va aumentando hasta que alcanza el nivel máximo a los cinco años. De esto se podría deducir que la maduración cerebral por sí sola modifica la frecuencia de las crisis convulsivas. También se puede pensar que los síndromes epilépticos en niños son completamente diferentes a los de los adultos.
  • Existencia de lesión cerebral. El cerebro puede estar programado para desarrollarse normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el nacimiento o más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales, alcoholismo u otras drogas, Alzheimer, meningitis, encefalitis, sida, ciertas alergias, etc., porque todo ello altera el normal funcionamiento del cerebro. Los ataques al corazón, infartos y enfermedades cardiovasculares también influyen en la aparición de un ataque epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno.
  • Reparaciones incorrectas. En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños causados, pero puede generar conexiones neuronales anormales que podrían conducir a la epilepsia. Las crisis epilépticas por lo regular empiezan entre las edades de 5 y 20, pero pueden suceder a cualquier edad. Puede haber un antecedente familiar de convulsiones o epilepsia.

Síntomas
Los síntomas varían de una persona a otra. Algunas personas pueden tener simples episodios de ausencias. Otras tienen pérdida del conocimiento y temblores violentos. El tipo de convulsión o crisis epiléptica depende de la parte del cerebro afectada.

La mayoría de las veces, la convulsión es similar a la anterior. Algunas personas con epilepsia tienen una sensación extraña antes de cada convulsión. Estas sensaciones pueden ser hormigueo, sentir un olor que realmente no existe o cambios emocionales. Esto se denomina aura.

El médico puede darle más información acerca del tipo específico de convulsión que usted pueda tener.
Tratamiento
El tratamiento para la epilepsia incluye tomar medicinas, cambios en el estilo de vida y en ocasiones cirugía.

Si la epilepsia se debe a un tumor, vasos sanguíneos anormales o sangrado en el cerebro, la cirugía para tratar estos trastornos puede detener dichas crisis.

  • Las medicinas para prevenir las convulsiones, llamadas anticonvulsivos, pueden reducir la cantidad de crisis futuras.
  • Estos fármacos se toman por vía oral. La clase de medicamento que se recete dependerá del tipo de convulsión que usted tenga.
  • Es posible que sea necesario cambiar la dosis de vez en cuando. Usted puede necesitar exámenes de sangre regularmente para ver si hay efectos secundarios.
  • Siempre tome la medicina a tiempo y como se la recetaron. Pasar por alto una dosis puede hacer que se presente una convulsión. NO deje de tomar ni cambie sus medicinas por su cuenta. Hable primero con el médico.
  • Muchas medicinas para la epilepsia causan anomalías congénitas. Las mujeres que deseen quedar embarazadas deben comentarle al médico con anticipación con el fin de hacer ajustes en las medicinas.

Muchos fármacos para la epilepsia pueden afectar la salud de sus huesos. Hable con el médico para saber si necesita tomar vitaminas y otros suplementos.

La epilepsia que no mejora después de haber probado dos o tres fármacos anticonvulsivos se denomina "epilepsia resistente al tratamiento". En este caso, el médico puede recomendar una cirugía para:
  • Extirpar las células cerebrales anormales que causan las convulsiones.
  • Colocar un estimulador del nervio vago (ENV). Este dispositivo es similar a un marcapasos cardíaco. Puede ayudar a reducir la cantidad de convulsiones


A algunos niños se los somete a una dieta especial para ayudar a prevenir convulsiones. La más popular es la cetógena. Una dieta baja en carbohidratos, como la de Atkins, también puede servir para algunos adultos. Asegúrese de analizar estas opciones con el médico antes de intentarlas.

  • Los cambios en los tratamientos médicos o en el estilo de vida pueden aumentar el riesgo de una convulsión en adultos y niños con epilepsia. Hable con su médico respecto a:
  • Los nuevos fármacos, vitaminas o suplementos recetados
  • El estrés emocional
  • Enfermedad, sobre todo infección
  • Falta de sueño
  • Embarazo
  • Saltarse dosis de medicamentos para la epilepsia
  • Consumo de alcohol u otras drogas psicoactivas

Otras consideraciones:
Las personas con epilepsia deben llevar joyas con alerta médica de manera que se pueda conseguir tratamiento médico oportuno si se presenta una convulsión.
Las personas con epilepsia controlada de manera deficiente no deben manejar. Consulte la ley en su estado respecto a cuáles personas con antecedentes de convulsiones se les permite manejar.
NO utilice máquinas ni haga actividades que puedan ocasionarle pérdida de la conciencia, como subir a lugares altos, montar en bicicleta y nadar solo.

Posibles complicaciones 
Las complicaciones pueden incluir
  • Problemas de aprendizaje.
  • Broncoaspiración de alimento o saliva durante una convulsión, lo cual puede provocar neumonía por aspiración.
  • Lesiones a raíz de caídas, golpes, mordidas autoinfligidas, conducir u operar maquinaria durante una convulsión.
  • Lesión cerebral permanente (accidente cerebrovascular u otro daño).
  • Efectos secundarios de las medicinas.

Prevención
No existe una forma conocida de prevenir la epilepsia. Una dieta y sueño adecuados y evitar las drogas y el alcohol pueden disminuir la probabilidad de desencadenar convulsiones en personas con epilepsia.

Reduzca el riesgo de traumatismo craneal mediante el uso de cascos durante actividades de riesgo. Esto puede ayudar a disminuir la probabilidad de lesión cerebral que lleva a que se presenten convulsiones y epilepsia.

martes, 17 de mayo de 2016

Fibromialgia

Enfermedad que se caracteriza por un dolor muscular crónico de origen desconocido, acompañado de sensación de fatiga y otros síntomas.

Síntomas
Se puede tener dos o más afecciones crónicas del dolor al mismo tiempo. Entre estas afecciones están el síndrome de fatiga crónica, la endometriosis, la fibromialgia, la enfermedad inflamatoria del intestino, la cistitis intersticial, la disfunción de la articulación temporomandibular y la vulvodinia. No se sabe si estos trastornos tienen una causa común.

Según la SER, las manifestaciones clínicas más frecuentes son:
  • Dolor muscular: también conocido como mialgia, que aparece de forma crónica y puede prolongarse durante más de tres meses. Este dolor es difuso, inespecífico y afecta a muchas partes distintas del cuerpo. El dolor en la fibromialgia tiene algunas peculiaridades como alodinia (dolor por estímulos no dolorosos), hiperalgesia (dolor mayor de lo normal en relación al estímulo doloroso) y persistencia (está presente durante más tiempo de lo normal).
  • Periodos menstruales dolorosos
  • Dolores de cabeza
  • Fatiga y cansancio: Estos dos síntomas aparecen al realizar poco esfuerzo, o ninguno, y no siempre desaparecen al descasar.
  • Rigidez: Aunque la rigidez puede aparecer como un síntoma de otras enfermedades reumáticas, al igual que la fatiga y el cansancio, tiene una serie de peculiaridades que la diferencia de otras patologías como la artritis reumatoide, la artrosis o el lupus.
  • En estos casos los pacientes pueden presentar entumecimiento, calambres en las piernas, sensación de hinchazón, agarrotamiento, contracturas musculares, movimientos involuntarios, temblor, sensación de bloqueo, y sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies
  • Trastornos del sueño: Las personas que tienen fibromialgia pueden manifestar problemas para conciliar el sueño, así como despertarse repetidamente durante la noche o que el sueño no sea reparador.
  • Deterioro cognitivo: Esta enfermedad puede dificultar que el paciente procese la información, la memorización o que se exprese verbalmente de forma adecuada.
  • La ansiedad y la depresión suelen estar vinculados con la enfermedad. Sin embargo, los especialistas no pueden determinar si se producen antes, como consecuencia de la enfermedad o aparece en el trascurso de la misma.
  • Por último, existen muchos síntomas relacionados con trastornos gastrointestinales, como elintestino irritable o la hernia de hiato, trastornos muscoesqueléticos, como el síndrome del túnel carpiano, metabólicos (hipotiroidismo) y autonómicos (mareos, vértigos, hipotensión, etcétera).
  • Por otro lado, estos síntomas pueden provocar que a menudo la fibromialgia se confunda con lapolimialgia reumática, una patología que se caracteriza por dolor con impotencia funcional y rigidez. No obstante, a diferencia de la fibromialgia, la polimialgia reumática es una enfermedad inflamatoria que produce alteraciones en los análisis de sangre y tiene pruebas diagnósticas y tratamientos específicos.
¿Cuáles son las causas de la fibromialgia?
Aunque se desconocen las causas que originan esta enfermedad, desde la SER explican que hoy en día se piensa que la fibromialgia se produce por una alteración de determinados neurotransmisores del sistema nervioso.
La sociedad señala que, cuando se produce el desequilibro de los neurotransmisores, se puede producir una serie de alteraciones que podrían explicar los síntomas de la patología. Así, el dolor generalizado se produce como consecuencia de una alteración en las vías de modulación del dolor.Ciertos factores pueden estar relacionados con este trastorno. La fibromialgia se ha relacionado con:
  • Acontecimientos estresantes o traumáticos, como accidentes automovilísticos
  • Lesiones recurrentes
  • Malestares o dolencias
  • Ciertas enfermedades.
La fibromialgia también puede ocurrir por sí sola.
Algunos científicos creen que el origen de la fibromialgia puede ser genético. Los genes pueden hacer que una persona tenga una fuerte reacción de dolor ante cosas que otras personas no consideran dolorosas.


¿Cuál es el tratamiento para la fibromialgia?

La fibromialgia puede ser difícil de tratar. Es importante que consiga a un médico que está familiarizado con este trastorno y su tratamiento. Muchos médicos de cabecera, internistas generales o reumatólogos pueden tratar la fibromialgia. Los reumatólogos son médicos que se especializan en la artritis y otras condiciones que afectan las articulaciones o tejidos blandos.

El tratamiento para la fibromialgia a veces requiere que se trabaje en equipo. Este incluye a su médico, un fisioterapeuta y posiblemente otros proveedores de servicios de salud. Una clínica para el dolor o una clínica de reumatología pueden ser un buen lugar para obtener tratamiento.
Tal y como indican desde la SER, el tratamiento tiene tres aspectos fundamentales:

Fármacos contra la fibromialgia:

El paciente puede seguir un tratamiento con analgésicos o antiinflamatorios clásicos o bien incorporar medicamentos moduladores del dolor: antidepresivos y anticonvulsionantes principalmente. El objetivo es mejorar el sueño, la fatiga, la depresión, los espasmos musculares y el dolor. En los casos más graves, pueden combinarse varios de estos fármacos, bajo prescripción médica.

Deporte:

Los expertos recomiendan realizar ejercicio físico aeróbico de forma progresiva, gradual y constante. Enrique Hornilla, reumátologo de Clínica Universidad de Navarra, destaca la eficacia de los ejercicios en piscina y la hidroterapia.
Terapias psicológicas:

Este aspecto del tratamiento es fundamental para enseñar al paciente a afrontar de forma correcta la fibromialgia. En concreto, "las técnicas de meditación e incluso la hipnosis han demostrado que disminuyen el dolor", afirma Hornilla.


Tanto el deporte, como las terapias psicológicas suelen mejorar algunos síntomas, principalmente el dolor, la depresión, la autonomía y la calidad de vida del paciente.

Por otro lado, en los últimos meses se habla de la eficacia de la ozonoterapia en el tratamiento. Sin embargo, los expertos señalan que no hay estudios científicos que avalen su eficacia.

Prevención

Dado que sólo se sospechan las posibles causas que originan la enfermedad, en la actualidad no existen medidas preventivas para mitigar su aparición.

viernes, 6 de mayo de 2016

ENFERMEDAD CELÍACA

La enfermedad celíaca (EC) es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. La mayoría de las complicaciones de la enfermedad celíaca están en relación con los déficits nutricionales secundarios a la alteración de la absorción de los alimentos: osteoporosis, baja talla o retraso del crecimiento, malformaciones congénitas en hijos de madres celíacas no tratadas durante el embarazo, mareos y convulsiones, etc.
También se ha relacionado la enfermedad celíaca con algunos cánceres de intestino (linfoma, adenocarcinoma).

¿Cuáles son las causas?

La causa de la intolerancia celíaca es desconocida, pero probablemente sea debida a:
  • Susceptibilidad genética a la intolerancia.
  • Agentes ambientales, probablemente infecciones virales u otra infección.
  • Asociación con otras enfermedades autoinmunes que también son producidas por la combinación de susceptibilidad genética e infecciones.

¿Cuáles son los síntomas?

Existe una gran variabilidad en los síntomas y no siempre existen síntomas propiamente digestivos. Los síntomas que presentan los pacientes con enfermedad celíaca dependen de la deficiente absorción de los nutrientes que contiene la dieta.
Pueden referir cualquiera de los siguientes síntomas (combinados o aislados):
  • Diarrea crónica.
  • Pérdida de peso.
  • Deposiciones abundantes, grasientas.
  • Anemia inexplicada.
  • Dolor abdominal recurrente.
  • Gases.
  • Dolores óseos.
  • Cambios de comportamiento.
  • Calambres musculares.
  • Cansancio.
  • Retraso del crecimiento.
  • Dolores articulares.
  • Úlceras en boca.
  • Menstruaciones irregulares (generalmente por pérdida excesiva de peso).
  • Caída del cabello, fragilidad de uñas.
Algunas personas con enfermedad celíaca no refieren ningún síntoma, porque la parte no dañada de su intestino es capaz de absorber suficientes nutrientes para prevenir los síntomas.


Tratamiento de la Enfermedad Celiaca

Su tratamiento consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Esto conlleva una normalización clínica y funcional, así como la reparación de la lesión vellositaria. El celíaco debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.

La ingestión de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada, puede causar trastornos importantes y no deseables.

martes, 3 de mayo de 2016

Osteoporosis

¿Qué es la osteoporosis?La osteoporosis es una enfermedad del esqueleto caracterizada por un descenso de la masa ósea, con un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo y un aumento de la fragilidad de los huesos. Su manifestación clínica más característica es la fractura y las complicaciones que se derivan de ella.

¿Cuántos tipos de osteoporosis existen?
Los tipos más comunes de Osteoporosis son:

- El tipo I, u osteoporosis asociada a la menopausia, que afecta a seis mujeres por cada hombre;

- El tipo II, la asociada con la edad, que afecta a personas mayores de 70 años con una relación mujer/ hombre de 2:1.


 ¿Por qué aparece esta enfermedad?
Entre los factores de riesgo que predisponen a su desarrollo destacan ser mujer posmenopáusica blanca, delgada o pequeña, con una menopausia prematura, o que haya tenido amenorrea prolongada premenopáusica, que no ha tenido hijos y tiene una historia familiar de osteoporosis; también elevan el riesgo de desarrollar esta enfermedad algunos factores relacionados con el "estilo de vida" como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el bajo consumo de calcio y la vida sedentaria.
Sabemos, por otro lado, que la fractura es la manifestación clínica más característica de esta enfermedad y que la caída es el hecho precipitante esencial en este tipo de fracturas. Entre los factores que incrementan de un modo determinante el riesgo de sufrir caídas en el anciano tenemos la pérdida de fuerza en extremidades inferiores, y la pérdida de equilibrio y flexibilidad.


En realidad, ¿dónde reside el problema?
- En el tipo I: se sospecha que el mecanismo que hace que se desarrolle la osteoporosis tipo I en las mujeres es la deficiencia de estrógenos. Los varones no suelen perder una cantidad significativa de hueso antes de los 70 años, pero varias enfermedades, medicaciones (por ejemplo, tratamiento crónico con corticoides), y factores relacionados con el estilo de vida (por ejemplo, el alcoholismo) pueden ocasionar pérdidas prematuras de masa ósea y de fuerza.
- En el tipo II: se sospecha que el mecanismo que hace que se desarrolle la osteoporosis tipo II es la deficiencia de vitamina D y un hiperparatiroidismo (o exceso de función de la glándula paratiroides) secundario.

 ¿Cuándo se rompe un hueso osteoporótico?
Un hueso se rompe cuando ha perdido suficiente masa ósea como para alcanzar su "umbral de fractura". Nos podemos aproximar un poco más a este umbral de fractura con cifras concretas; por ejemplo, personas con una densidad mineral ósea inferior a 1.0g/cm3 en la columna lumbar o 0.75g/cm3 en el fémur pueden ser consideradas como de alto riesgo de sufrir fractura en esos huesos.


¿Por qué es importante evitar la osteoporosis?

Porque es una enfermedad que representa un grave problema de salud pública, que genera unos elevados índices de discapacidad física, una demanda importante de atención sanitaria y un alto coste económico. Por ejemplo, las estadísticas señalan que un 12-20% de los ancianos con fractura de cadera mueren en el plazo de un año, que más de un 50% de los supervivientes completan este año siendo discapacitados y que muchos de ellos mantienen esta discapacidad de modo permanente.

¿Qué hacer para prevenir la osteoporosis?

Se sabe que la masa ósea de una persona aumenta durante la infancia y adolescencia, alcanza un pico en la tercera o comienzo de la cuarta década de la vida y a partir de ese momento comienza a descender progresivamente (Link con Figura 2.7 de la pág 30). Se han propuesto diferentes estrategias para prevenir esta enfermedad como, por ejemplo, el consumo de una cantidad adecuada de calcio y vitamina D, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol; el uso de terapia hormonal sustitutiva en mujeres posmenopáusicas y el ejercicio físico regular.